-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------“El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor. El libro ha superado la prueba del tiempo... Quizá evolucionen sus componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel, pero seguirá siendo lo que es.”

UMBERTO ECO

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viernes, 18 de marzo de 2011

Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM). Chile



Sobre la avenida Bernardo O´Higgins, la más importante de la ciudad, se levanta un edificio con piel de acero, llena de perforaciones, con algunos espacios transparentes y dotada de energía; se trata del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), un espacio que el pasado 4 de marzo cumplió apenas seis meses de vida pero que ya se ha convertido en un recinto vital y único en su género en esta ciudad.

En plena Bellavista, un barrio cargado de restaurantes, bares y tabernas donde propios y extraños acuden cada noche, este nuevo recinto que fue inaugurado el 4 de septiembre de 2010 por el presidente Sebastián Piñera, como parte de los festejos del Bicentenario de Chile, ha comenzado a ser tomado por la gente; los ciudadanos poco a poco lo han hecho suyo.

De cara a las conmemoraciones que se llevaron a cabo en todo América Latina, este centro cultural fue presentado como un hito cultural, un homenaje a la poetisa premio Nobel de Literatura en 1945, en el lugar donde se erigió el histórico edificio Diego Portales, un recinto que parece haberse llevado para siempre los fantasmas de la dictadura de Augusto Pinochet.

Sin embargo, aún hay gente que todavía pasa por la avenida sin ningún interés por entrar e incluso los hay que muestran su descontento por “esa mole de fierro que quién sabe que tiene dentro”, pero que sí recuerdan que ahí estuvo la junta militar tras el golpe de Estado de 1973, encabezado por Augusto Pinochet, que derrocó al entonces presidente Salvador Allende.

El Centro Cultural que fue diseñado por Cristián Fernández Arquitectos, fue instalado en el edificio que fue inaugurado en 1972 para ser sede de la Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de Naciones Unidas.

Su inversión fue de casi un millón de pesos por metro cuadrado, que es el doble de lo que vale la construcción de una escuela pública o un hospital; lo que encareció la construcción es que el costo incluye el equipamiento artístico.

En este nuevo centro cultural que tiene una construcción de más de 22 mil metros cuadrados en un terreno de 44 mil, destacan varios elementos positivos: se trata de un lugar que resguarda 14 obras de arte creadas a principios de los 70; tiene la biblioteca pública más importante en teatro, danza, música, artes plásticas y arquitectura; el 90% de su infraestructura está dedicada a las artes escénicas pues era una carencia de Chile; es una edificación de propiedad estatal y es un espacio propuesto para ser tomado por los habitantes y los visitantes.

Estas últimas dos características las celebra María del Carmen, una de las guías que exhorta a los visitantes a hacerlo suyo. “Este es un centro de propiedad estatal no gubernamental. Eso quiere decir que, independientemente de cualquier gobierno que administre el país, le pertenece al Estado chileno, es de nosotros; ese es un logro pero también una responsabilidad, de nosotros depende que este lugar se mantenga, crezca y tenga vida”.


El empoderamiento de la sociedad
El centro cultural cuenta con la primera biblioteca pública especializada en artes, llamada Bibliogam, dos salas de exposiciones de arte contemporáneo y arte popular; cuatro salas de ensayo -dos de danza y dos de teatro- y la sala de grabación de música. Los dos grandes salones para las sesiones plenarias de la conferencia que organizó en Chile la ONU, se convirtieron en la sala para artes escénicas y otra para música con capacidad para 200 personas y donde estaban las cabinas donde los traductores hacían su trabajo, ahora son las cabinas de controles.

Hasta el lugar llegan familias enteras a escuchar las visitas guiadas que ofrecen jovencitos. Es María del Carmen la que habla de la memoria histórica del lugar y de la ciudad.


Obra con historia
Luego de las conferencias de la ONU, el presidente Salvador Allende transfirió el edificio al Ministerio de Educación donde pasó a llamarse Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral. Pero en 1973, en plena dictadura militar, el recinto pasó a ser sede del Ejecutivo y en 1981 se le dio por nombre Diego Portales, convirtiéndose en el centro del Poder Legislativo comandado por la Junta Militar hasta 1990 cuando se hizo sede del Ministerio de Defensa.

En 2006, un incendio destruyó el ala norte del Edificio Diego Portales. Un par de años después, la presidenta en ese entonces, Michelle Bachelet ordenó la creación de un Comité de Ministros para la Reconversión del Edificio Diego Portales, conformado por los titulares de las carteras de Defensa, Vivienda, Bienes Nacionales y Cultura, con el fin de decidir el destino del inmueble. Hizo una propuesta pública y el 15 de diciembre de 2007, 21 meses después del incendio, se anunció la propuesta ganadora del arquitecto Cristián Fernández.

La misión del Centro Cultural Gabriela Mistral es facilitar el acceso a la cultura y la formación de audiencias. Es un lugar de encuentro entre públicos y creadores, especializado en artes escénicas y musicales.

Es un recinto que conecta a Santiago con sus provincias, y a Chile con el extranjero. Sus programas y contenidos acogen la diversidad de las expresiones artísticas y culturales en circulación.

El Centro ha dispuesto actividades relacionadas con la educación, charlas y encuentros con artistas y material de consulta, en una apuesta por las redes de intercambio.

Aún queda pendiente concluir la construcción del ala oriente del edificio; en total deberá albergar diez salas para presentar y hacer los ensayos de teatro, danza y música; además de dos salones de seminario, dos salas de artes visuales y un estudio de grabación. Su biblioteca cuenta con una colección multimedia y salas de estudio; sus plazas están abiertas a la ciudadanía.


Diseñando el espacio público
Horizontalmente, el edificio se organiza con base en tres volúmenes o “edificios” que contienen y representan las tres principales áreas del programa: Centro de documentación de las artes escénicas y la música (Biblioteca); salas de ensayo, museos y salas de exposición y la gran sala de audiencias, que será un teatro para 2 mil personas.

El diseño arquitectónico plantea: “Estos tres edificios desde el nivel del espacio público están separados y pueden ser perfectamente rodeados por el peatón para un mejor aprovechamiento del programa, pero en los niveles inferiores están todos conectados conformando los tres un solo edificio”.

Esa es la gran riqueza del recinto, que los espacios de separación los edificios se transforman en plazas cubiertas y son así los principales espacios públicos entregados a la ciudad y que invitan a los ciudadanos a ocupar este edificio que se funde dentro de ella.

Fuente:
http://www.eluniversal.com.mx/cultura/65015.html

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