El usuario y el bibliotecario
Dada la serie de cambios a los que se enfrenta el servicio de referencia es necesario manejar una tipología diferente de usuarios de la tradicional.
Los usuarios remotos o virtuales son aquellos que únicamente solicitan y recuperan información mediante conexión en línea y que no están presentes de manera física.
Los usuarios presenciales son aquellos que acuden a las instalaciones de la biblioteca.
El servicio de referencia virtual esta pensado para usuarios remotos, y trae consigo nuevos retos.
En la referencia tradicional, el usuario interactúa con el bibliotecario cara a cara y es asistido personalmente en su búsqueda de información.
El bibliotecario de referencia virtual, en contraste, recibe un mensaje de texto a través de: un formulario web diseñado ex profeso, vía correo electrónico o chat. Debe determinar, con una limitada cantidad de contexto, quién es el usuario (se deberá contar con la opción de almacenar los datos mínimos que permitan identificar posteriormente en otra consulta al usuario) y qué es lo que realmente está tratando de preguntar, puede estar ubicado en cualquier parte y puede tener cualquier edad, sexo o profesión; por lo que en ocasiones puede ser difícil percibir sus necesidades reales y proporcionarle una adecuada orientación relacionada con el uso apropiado de los recursos de información.
Debe tenerse presente que una técnica fundamental en el trabajo de referencia es la entrevista.
El bibliotecario debe tener la habilidad de entablar este diálogo con el usuario remoto, estableciendo “una estrategia a seguir para prestar un servicio de comunicación clásicamente ideado para propiciar el diálogo entre el lector y el bibliotecario, ahora mediado por la tecnología”.
No obstante, hay que considerar que no todos los medios para ofrecer servicio de referencia virtual ofrecen las mismas oportunidades para establecer una entrevista adecuada. Es importante destacar que la utilización de las herramientas tecnológicas en el servicio de referencia estará “siempre subordinada (al igual que todas las tecnologías) a la inteligencia y creatividad del referencista”
.
Últimamente los bibliotecarios de referencia experimentan un doble riesgo. A la vez que siguen atendiendo a los usuarios presenciales (en general suelen ser más exigentes y menos pacientes y tienen mayores expectativas de respuesta inmediata y precisa), muchos también deben atender a usuarios remotos. Estos últimos en muchos casos necesitan una asistencia especial, aún cuando utilizan los mismos recursos electrónicos que los usuarios presenciales. “Las preguntas enviadas por correo electrónico o por chat exigen mayor atención del bibliotecario, y la operación de referencia virtual puede ser más compleja y demandar más tiempo que el servicio tradicional brindado”.
Esto deberá ser tomado en cuenta a la hora que se piense en la puesta en marcha del servicio de referencia virtual, ya que quizá sea necesario contar con una plantilla más amplia de bibliotecarios en el área de referencia .
Fuente: Arriola Navarrete, Óscar. Referencia virtual. Un nuevo reto para las bibliotecas. BIBLIOTECA UNIVERSITARIA NUEVA ÉPOCA, JULIO-DICIEMBRE 2007, VOL. 10, Nº 2.
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