Un pasaje lleva la vida de la ciudad a través del nuevo edificio; se les pidió a los arquitectos que el espacio fuera abierto y de fácil acceso desde la plaza principal de la ciudad, integrándose al tejido urbano existente. Esto se logró mediante una gran fachada de vidrio y una terraza con asientos al aire libre.
En este proyecto se desarrolló el concepto de la costilla para crear una estructura híbrida utilizable, que combina en el interior todos los dispositivos técnicos en una construcción de madera distintiva.
Toda la biblioteca está compuesta por 27 costillas de madera laminada prefabricada. Estas costillas configuran la geometría del techo, así como la orientación ondulante del espacio abierto, con zonas de estudio privadas enclavadas a lo largo del perímetro.
Cada costilla se compone de una viga de madera laminada. Las colas de las columnas son revestidas de materiales absorbentes acústicos que contienen los conductos de aire acondicionado; también incorporan paneles curvos de vidrio que esconden el sistema de iluminación e integran los nichos de lectura y las estanterías.
La biblioteca es un edificio de bajo consumo energético, que se define como clase “A” en la definición del sistema del país. Además, se buscó maximizar el uso de la madera en el edificio; todas las costillas y los muros interiores y exteriores están hechos en madera laminada de fabricación sustentable.
La simbiosis entre la estructura, el mobiliario y la imagen interior y exterior del edificio, genera una fuerte identidad territorial que responde a la intención original del cliente: crear un nuevo centro cultural llamativo en medio de la ciudad.
Fuente: www.plataformaarquitectura.cl
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