¿Se imaginan una biblioteca con forma de terrón de azúcar?
Se llama Cubit y este nombre tan original es fruto de la mezcla de dos palabras: cubo, en recuerdo a los terrones de azúcar que se fabricaban anteriormente en ese espacio, ya que era una antigua azucarera, y bit, acrónimo de binary digit, porque internet y las redes sociales se están convirtiendo en piezas clave en la comunicación de los jóvenes a los que se dirige esta biblioteca.
Se llama Cubit y este nombre tan original es fruto de la mezcla de dos palabras: cubo, en recuerdo a los terrones de azúcar que se fabricaban anteriormente en ese espacio, ya que era una antigua azucarera, y bit, acrónimo de binary digit, porque internet y las redes sociales se están convirtiendo en piezas clave en la comunicación de los jóvenes a los que se dirige esta biblioteca.
La misión con la que ha nacido Cubit es crear un espacio en el que los jóvenes encuentren todos los recursos informativos necesarios en su vida cotidiana, útiles para su actividad estudiantil, profesional o de ocio, así como para su desarrollo personal. Es una biblioteca que pretende activar al grupo objetivo de jóvenes entre 13 y 25 años incentivando que se identifiquen fuertemente con el nuevo local y que perciban la biblioteca como un espacio propio adaptado a sus códigos y lenguajes.
Para alcanzar este fin, Cubit ofrece un innovador modelo de acceso a la información en el que se combinan recursos educativos tradicionales, como son los libros, con soportes audiovisuales y con el uso intensivo de Internet y tecnologías multimedia, en un espacio que promueve la comunicación y la interacción entre sus visitantes a través del propio discurso arquitectónico.
La nueva biblioteca está ubicada dentro del recinto de Zaragoza Activa, desarrollado por el Ayuntamiento de Zaragoza, que a su vez ha recuperado el emplazamiento donde antes se encontraba una antigua fábrica azucarera, en el barrio del Rabal.
La nueva biblioteca está ubicada dentro del recinto de Zaragoza Activa, desarrollado por el Ayuntamiento de Zaragoza, que a su vez ha recuperado el emplazamiento donde antes se encontraba una antigua fábrica azucarera, en el barrio del Rabal.
Cubit es un ambicioso proyecto impulsado por la Fundación Bertelsmann , que llevó a cabo una convocatoria nacional para la construcción de una biblioteca modelo para jóvenes, que fue ganada por el Ayuntamiento de Zaragoza y Caja Inmaculada en 2004.
Con Cubit se abre un ciclo que nos acerca hacia las bibliotecas del futuro.
El modelo de biblioteca aplicado en Cubit de Zaragoza se dirige a un público entre los 13 y los 25 años y por ello ofrece un diseño totalmente accesible, acogedor y atípico, alejado de las bibliotecas tradicionales. Más de dos décadas de trabajo de la Fundación Bertelsmann en toda Europa en el ámbito de las bibliotecas públicas han permitido a esta entidad ser pionera en un concepto bibliotecario que busca aumentar la respuesta a las necesidades de los usuarios, definiendo a éstos como auténticos "clientes" de este tipo de centros, clientes cuyas expectativas han de ser siempre la guía que determine la evolución de la biblioteca, la adquisición de sus contenidos, la programación cultural y, en definitiva, toda la articulación de su oferta. Con esta filosofía, la Fundación Bertelsmann ha impulsado las primeras bibliotecas para jóvenes europeas en Alemania (Dresde) y en Polonia (Wroclaw y Olstzyn).
La voluntad de la nueva biblioteca de Zaragoza es convertirse en un polo de atracción para los jóvenes de la ciudad, un espacio capaz de captar a aquellas personas jóvenes que hasta ahora opinaban que una biblioteca no tiene interés para ellos. Con este objetivo, la Biblioteca Cubit es un centro que ofrece a los jóvenes otra forma de conocer, aprender y divertirse.
Para los jóvenes una biblioteca debe ser, además de un espacio de lectura, un lugar para la transferencia de conocimientos, la comunicación y el ocio. Es por esto que entre los recursos que se pongan a disposición de los usuarios de Cubit va a haber una presencia creciente de los medios audiovisuales y tecnológicos, con el horizonte de que representen a medio plazo el 50% de todos los medios disponibles (el otro 50% serán libros).
La original arquitectura de Cubit
El aspecto del edificio es inequívocamente el de un cubo futurista, que a su vez se compone de multitud de cubos. Las paredes y los techos de estos cubos están fabricados en su totalidad en vidrio de colores, y los suelos lo están parcialmente. En las partes superior e inferior se unen todos los espacios, que son transparentes y abiertos con lo que el usuario se mueve en un ambiente libre y despejado, donde todo se interconecta. De esta forma, el diseño interior crea resonancias con el ciberespacio y sus múltiples enlaces (links). Toda la estructura se caracteriza por su transparencia y se consigue crear la impresión de que la biblioteca no se levanta dentro de la Antigua Azucarera , sino que flota en ella. El arquitecto responsable del proyecto es el alemán Christian Schmitz.
La planta calle del cubo acoge los servicios de atención al público, préstamo, los fondos sobre jóvenes, cine, música y libros sobre esos dos temas.
La primera planta alberga los videojuegos y puestos de acceso público a internet.
La segunda planta está destinada a hemeroteca digital, comicteca y tiene una zona destinada a proyecciones.
La tercera y última planta del cubo es un espacio destinado a consulta que se compartirá con realización de diferentes actividades.
La primera planta alberga los videojuegos y puestos de acceso público a internet.
La segunda planta está destinada a hemeroteca digital, comicteca y tiene una zona destinada a proyecciones.
La tercera y última planta del cubo es un espacio destinado a consulta que se compartirá con realización de diferentes actividades.
El cubo está unido con una torre, que llamamos "Torre de Libros", mediante puentes y escaleras. Los libros están rodeados por un espacio vacío de tres plantas de altura y se distribuyen por los temas que más demandan los jóvenes -empleo, idiomas, espacio verde, salud, deporte, aficiones, novela...-.
A través del fondo transparente de las estanterías son los medios los que abren y cierran el espacio vacío hacia la luz exterior. Si se han prestado muchos libros, el vestíbulo queda inundado de luz.
Si las estanterías están llenas, la luz sólo atraviesa los huecos vacíos entre los libros. A mayor uso de los medios, más luz. Una metáfora visual que es al mismo tiempo una medida del propio éxito de la oferta de contenidos de la biblioteca.
A través del fondo transparente de las estanterías son los medios los que abren y cierran el espacio vacío hacia la luz exterior. Si se han prestado muchos libros, el vestíbulo queda inundado de luz.
Si las estanterías están llenas, la luz sólo atraviesa los huecos vacíos entre los libros. A mayor uso de los medios, más luz. Una metáfora visual que es al mismo tiempo una medida del propio éxito de la oferta de contenidos de la biblioteca.
Sobre la fundación Bertelsmann
En el ámbito de bibliotecas públicas, la Fundación Bertelsmann ha realizado una importante tarea de difusión de nuevos conceptos de gestión y ha participado en el desarrollo de bibliotecas modelo, entre ellos la Biblioteca de Alcudia (Mallorca), Can Torró, de la cual en 2010 se han cumplido veinte años desde su puesta en funcionamiento.
Fuentes: http://www.fundacionbertelsmann.org/cps/rde/xchg/SID-DE966846-36416A5C/fundacion/hs.xsl/276_6700.htm
http://albumdeideas.blogspot.com/2010/12/un-cubo-de-azucar.html
http://www.heraldo.es/noticias/cubit_primera_biblioteca_para_jovenes_espana_abre_sus_puertas.html
http://www.heraldo.es/noticias/cubit_primera_biblioteca_para_jovenes_espana_abre_sus_puertas.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario